4 octubre 2024

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La Industria del Cine pide ayudas por la restricción de aforo

Este martes, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez anunció el calendario previsto para la desescalada del confinamiento y la vuelta a una «nueva normalidad» en un máximo de ocho semanas. Según este plan divididido en cuatro fases, la reapertura de las salas de cine tendrá lugar a finales del mes de mayo, en la fase 2, si se cumplen «las condiciones y los marcadores indicados», es decir, según evolucionen los datos de los contagios por coronavirus, que se revisarán quincenalmente. Sin embargo, la vuelta al funcionamiento de las salas de cine arrastra como condición la limitación del aforo a un tercio y la implantación de protocolos de seguridad que supondrán un desembolso para un negocio en situación crítica y que desde que empezó la crisis sanitaria que obligó al cierre a mitad de marzo hasta ahora ha sufrido pérdidas de más de 100 millones de euros sólamente en el ámbito de la exhibición en salas.

Por ello, la Federación de Cines de España (FECE), que aglutina a más del 80% de las salas de exhibición nacionales, ha pedido «ayudas concretas y específicas que alivien la situación crítica en la que se encuentran muchas salas de cine» y ha elaborado un protocolo de actuación para «dotar a los cines de los mecanismos necesarios para garantizar la seguridad de los trabajadores y espectadores» tras la reapertura.

«En el momento en que los cines puedan volver a abrir sus puertas, a las pérdidas acumuladas hasta esa fecha, habrá que sumar los costes que tendrá la implantación del protocolo y la reducción de ingresos por la limitación de aforo a un tercio, estimada en 43.5 millones de euros mensuales, y el periodo de transición que vivirá el sector desde el momento de la reapertura, con un nivel de ingresos bajo, hasta que el mercado vuelva a situarse a unos niveles similares a la fecha anterior del cierre», explica FECE en un comunicado hecho público este miércoles.

Entre las medidas específicas que solicita la Federación se encuentran la posibilidad de adaptar los ERTE por fuerza mayor «a las particularidades del sector», ya que la apertura de puertas no significa que la totalidad de los trabajadores puedan reincorporarse inmediatamente debido a la disminución de actividad de las salas. También demandan la creación de un fondo de ayudas que permita paliar el impacto económico de haber mantenido los cines cerrados durante más de dos meses. Igualmente, proponen el ajuste de ls precios de alquiler de los inmuebles «durante el periodo de transición» para que el golpe económico de las restricciones lleven a las salas más débiles «a la desaparición». También piden «ayudas directas de compensación a los costes derivados de la implantación del protocolo«, un «fondo autonómico de rescate» dirigido a las Comunidades Autónomas que tengan una fase de desescalada más lenta.

La FECE también ha hecho público un protocolo sanitario de diez puntos que «se irá actualizando» según evolucionen las fases de desescalada y según cambie el marco legislativo propuesto por el Gobierno.

«Se fomentará, como vía principal de compra, la venta de entradas por internet y se recomendará el pago con tarjeta contactless (sin introducir PIN), tanto en la taquilla como en el bar, hasta 50€. Tanto en los cines como en las webs se colocarán carteles informativos sobre las medidas sanitarias y distancia física a respetar en el local según las indicaciones de las Autoridades Sanitarias. Se instalarán dispensadores de gel hidroalcohólico en varios puntos de las instalaciones accesibles a los espectadores y a los trabajadores, así como mamparas en la taquilla para reforzar el distanciamiento físico entre trabajadores y clientes», adelanta el comunicado.

«Se eliminará el corte físico de las entradas, manteniendo un control de lectura visual o a través de lectores digitales de la entrada. Se incrementará la frecuencia de la limpieza y desinfección de las instalaciones, con especial atención a las zonas más sensibles, como las superficies de contacto frecuente, los baños, o las salas entre sesión y sesión. Se respetará la distancia física, teniendo en cuenta la legislación vigente y las directrices de las autoridades competentes en cada momento, a lo largo de todo el recorrido del espectador, desde que llega a taquilla hasta que abandona la sala de proyección», prosigue. «Para ello se colocarán indicadores de distancia en el suelo, se espaciarán los pases de películas y se escalonarán los horarios de acceso. Habrá una reducción del aforo de cada sala de acuerdo con las indicaciones de las autoridades competentes en cada fase. Se facilitará la agrupación de convivientes, manteniendo la debida distancia con el resto de los espectadores, y de acuerdo con las indicaciones de las autoridades competentes».

Y, por último, «los trabajadores contarán con los equipos de protección individual adecuados a cada actividad que realicen, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias, con especial atención al uso de mascarillas, guantes y productos para la higiene de manos. Todos los trabajadores recibirán una formación especial sobre el Covid-19, incluyendo los síntomas más frecuentes, las vías de contagio, la importancia y técnica de la higiene de mano, la distancia física o la limpieza y desinfección, entre otros aspectos».

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